Karate y el niño
Karate y el niño
Contrariamente a lo que muchos suponen de la práctica del Karate-do en los niños no provoca en ellos violencia ni lesiones de ninguna naturaleza. El niño aprende desde un principio a controlar el aspecto técnico y muscular y la faz agresiva y las clases se desarrollan en un marco sano de compañerismo y respeto mutuo.
Por otro lado está comprobado científicamente que la práctica de esta disciplina actúa en el niño con un eficaz y natural método para afianzar una sana personalidad.
Un eficaz sistema de defensa personal.
* Coordinación psicomotriz.
* Destreza, reflejos y capacidad de reacción
* Descarga energética
* Desinhibición
* Disciplina
* Concentración
* Desarrollo intuitivo
* Dominio de sí mismo
* Voluntad y fé inquebrantables
* Humildad y tolerancia
* Responsabilidad
* Recreatividad
* Sentido de camaradería y respeto hacia sus compañeros y profesores y por extensión, hacia su familia y hacia la sociedad. Y un niño apto física, psíquica y espiritualmente es un niño feliz, preparado para enfrentar la vida y triunfar en ella.